Dharhan, Arabia Saudí.
Entendemos que el lugar más apropiado para formarse y aprender debe proporcionar un ambiente natural, tranquilo e inspirador para los jóvenes. Es por ello quue proponemos un jardín de sabiduría, un lugar en el cual el visitante experimente con sus sentidos; un lugar en el que pasear y relacionarse con el entorno forme parte del proceso educativo de cada persona; un lugar con una razón de ser, de principios geométricos y matemáticos, contenedor de la naturaleza y humanidad.
Pocas manifestaciones artísticas cumplen fielmente lo anteriormente descrito como el Jardín Islámico: lugar sensorial por excelencia, en donde los sonidos, luz y aromas se combinen armónicamente.
Como complemento protagonista de estos elementos, aparecen nuestras FLORES: grandes centros educativos autónomos, relacionados entre sí por el inmenso tapiz de agua, verde y sombra.
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