El proyecto nace con una fuerte imposición, la volumetría, puesto que las alineaciones y alturas son de obligado cumplimiento.
Bajo esta premisa, el aspecto exterior del edificio estará totalmente definido por la fachada, por lo cual será una de las características más importantes del mercado.
La idea principal del edificio, es la de generar un «contenedor» que se puede configurar y usar al antojo de sus ocupantes, vendedores y clientes; hablamos de un organismo vivo que cambia en el tiempo.
El «contenedor» se configura mediante una «celosía estructural» (situando toda la estructura del edificio en la fachada), y con tres cilindros conformados por misma «celosía» que perforan el edificio de arriba abajo generando unos vacios a modo de plaza, para uso libre de los clientes.