Santander
El objetivo de esta propuesta de 42 viviendas está basado en dos cualidades, cantidad y calidad, sin que ninguna de ellas perjudique o penalice a la otra.
La vivienda planteada es una vivienda luminosa, abierta al exterior mediante grandes aperturas que aseguran una iluminación generosa y una relación directa con su entorno. Se ha priorizado la óptima orientación de las piezas respecto del sol, tan preciado en Santander, una ciudad que mira al sur. Por ello, la idea de la fachada es generar una retícula la cual se colonizará mediante diferentes aperturas, de tamaño acorde a las necesidades de cada espacio y orientación.
Se proponen viviendas pasantes, con orientaciones opuestas y ventilación cruzada, características óptimas para un mejor rendimiento energético y para una mayor salubridad. Todas las piezas de salón y cocinas se vuelcan al exterior de la parcela, buscando el sur y el oeste, mientras que las piezas de dormitorios miran hacia el interior, a favor de una mayor privacidad y confort acústico.
Como material protagonista de fachada se ha elegido el ladrillo Clínker, tanto por sus características técnicas como por su estética. Su estética pretende poner en valor ejemplos de buena arquitectura, presentes en Santander, que usan este acabado en fachada y siguen destacando frente a las nuevas construcciones.
El edificio presenta una fachada autoportante ventilada, la solución constructiva más ventajosa desde el punto de vista del confort térmico y la eficiencia energética. Además, el empleo de materiales sostenibles, sistemas de protección solar, la instalación de un sistema de aerotermia centralizado, placas solares fotovoltaicas y sistemas individualizados de ventilación con recuperación del calor, así como carga de vehículos eléctricos en el aparcamiento, contribuirán a la eficiencia energética y bajo impacto ambiental.
PRENSA DIGITAL
Infografía: